Verse bien es sentirse bien; sentirse bien es verse bien. El cuidado personal y la belleza van de la mano. Proyectas lo que eres y lo que tienes por dentro.
No es solo cuestión de estética, sino de salud y bienestar, tanto física como emocionalmente. Incluso, no puedes cuidar a los demás si no sabes cuidarte tú misma.
El cuidado personal es una necesidad. Y no tiene por qué ser algo solo para las estrellas del séptimo arte o de la música. Se trata de un derecho para todas las mujeres.
¿Qué significa cuidado personal?
El autocuidado puede definirse, según Dorothea Orem, como una actividad dirigida hacia nosotros mismos con el fin de conseguir el bienestar. Ahora bien, cuando hablamos de cuidado personal se trasciende el ámbito de la salud. Se abarca todo aquello que tiene que ver con lo físico, lo mental, lo emocional y hasta lo espiritual.
El cuidado personal demanda la capacidad de observarse, analizarse y autoevaluarse en las distintas facetas. No todas estas acciones tienen que ser realizadas por la persona. De hecho, el cuidado personal implica la actuación de profesionales en diversas áreas.
Aunque, claro está, la mayor parte de la responsabilidad corre por cuenta de la propia persona. Por ende, debe haber alguna inversión de tiempo, esfuerzo o recursos para lograr bienestar. Esto no significa ni un malgasto ni una excesiva alteración de la rutina. Hay maneras de cuidarse y sentirse bien con un gasto mínimo de tiempo y dinero.
Consejos de cuidado personal y belleza
En realidad, casi todos los asuntos de salud también son de belleza y viceversa. De allí que los consejos que a continuación te brindamos sean para que te sientas bien por dentro y te veas bien por fuera.
1. Maquillarse bien
El maquillaje te hace lucir hermosa. Transmites el aspecto de una persona arreglada, no desaliñada ni descuidada. Además, te ayuda a resaltar tus mejores rasgos y disimular aquellos detalles menos favorecedores.
Asimismo, utiliza los productos adecuados para tu tipo de piel. Pero si no quieres arruinar tu rostro, maquíllate bien, evitando el exceso. Recuerda que abusar es uno de esos malos hábitos que te envejecen.
2. La base no es la base
La base del maquillaje debería ser solo para cubrir algunas imperfecciones y lograr un tono parejo. Si te excedes, el rostro y el maquillaje se verán poco naturales, la piel no transpirará y se avejentará pronto.
3. Desmaquillarse siempre
Desmaquíllate siempre, todas las noches. Nunca te quedes con el maquillaje puesto al ir a dormir. Ni siquiera si vas a estar en casa de otra persona y no quieres que te vean al natural. Recuerda que la mejor forma de hacerlo es usando toallitas desmaquillantes.
4. La vida útil del maquillaje
Tanto los implementos de maquillarse como los productos cosméticos tienen una vida útil. Cada cierto tiempo, tienes que cambiarlos. En promedio, caducan a los 6 meses.
Después de eso, ya no tendrán la misma efectividad. Incluso pueden causarte daño. Según los estudios, los productos cosméticos caducados o vencidos tienen contaminación por microorganismos patógenos.
5. Limpiar los implementos
Aproximadamente cada 15 días debes limpiar los diversos implementos que utilizas para maquillarte, tales como brochas y similares. No olvides que pueden acumular bacterias y células muertas de la piel.
6. Lavar o limpiar el rostro
La aconsejable es no solo agua y jabón para la cara, sino un limpiador suave. Lavar muchas veces el rostro afecta la barrera lipídica natural. Además, los limpiadores son más efectivos para quitar el polvo y los restos de maquillaje.
7. Piel tersa
Si piel tersa es lo que quieres tener, usa jabones o gel de baño a base de productos naturales, como avena, aloe vera, coco, almendras o aceite de oliva. Aunque cada uno tiene sus propiedades, estos productos naturales te brindan muchos beneficios.
8. Tu piel se alimenta
También recuerda nutrir tu piel. Incluye en tu dieta zanahorias, espinacas, berros, acelgas, cebollas, pepino, aguacate, nueces, toronjas y té verde. Puedes usar suplementos de vitamina C como complemento.
9. Libérate de las células muertas
Periódicamente, usa un exfoliante para eliminar las células muertas que se acumulan en el estrato córneo, favoreciendo así el proceso de renovación de la piel. Hay exfoliantes caseros y naturales que tú misma puedes hacer.
10. Fotoprotección
Han sido ampliamente estudiados y descritos los daños que el sol puede producir sobre la piel, tanto desde el punto de vista de la salud como de la estética: quemaduras, irritación, fotoenvejecimiento, fotocarcinogénesis. Por ello, debes usar protector solar.
11. Humectación
Ya sea que tengas piel seca, normal o grasosa, aplica crema corporal inmediatamente después de ducharte. Así mantendrás la humedad por más tiempo. Si la piel pierde humedad, se pone áspera y tirante y se acentúan las arrugas. Puedes hidratar la piel con productos naturales.
12. Hidratación
Hablando de hidratación, es importante aclarar que lo puedes hacer desde el exterior, con cremas humectantes. Pero lo recomendable es tomar 2 litros de agua al día.
Al estar hidratada, no solo tu piel se ve más saludable, sino que tú también te sentirás mejor y tendrás energía. Asimismo, la hidratación previene el daño renal y disminuye la inflamación.
13. Secretos de un cabello sedoso
Incluye en tu dieta alimentos ricos en omega 3, proteínas y antioxidantes, así como también en vitamina C (cítricos) y en otras vitaminas (verduras, frutos secos). Puedes tomar un suplemento que contenga biotina para el cabello.
14. Tus manos hablan
No solo nos referimos a los gestos o los énfasis, sino que la piel de las manos y el cuidado de las uñas son aspectos que revelan mucho de ti y que debes atender. Usa cremas hidratantes especiales y no abuses del lavado. Lima las uñas y utiliza esmaltes de buena calidad.
15. Tu postura también
No solo es estéticamente poco atractiva, sino que una postura encorvada acarrea problemas de salud, desde dolores de espalda, cuello y cabeza hasta fatiga y problemas respiratorios. Mantenerte derecha te evita estos problemas y transmites confianza.