1. Long Bob capeado.
Puede que las medias melenas rectas hayan gozado de popularidad durante los últimos años, (y si no, que se lo digan a Kylie Jenner) pero en la práctica, siempre nos quedaremos con la capeada. Porque el volumen y el movimiento que aportan a nuestro cabello es insuperable, y nos da mucho más juego a la hora de realizar semirecogidos y dejar algunos mechones fuera para dar un aire desenfadado.
2. Sí, también para melenas rizadas.
Decimos no a las melenas rizadas que se aplastan, sin vida y sin volumen. Por eso, el Santo Grial de los rizos son las capas bien marcadas, diferenciando de manera evidente cada una de ellas sin miedo, pues en los cabellos rizados se notan menos. Si te pasas a su bando, no te arrepentirás.
3. Capeado+desfilado.
El más extremo, y también el más divertido. Si quieres que tu melena se mueva contigo al ritmo de tus pasos, capéala entera y luego desfila la zona delantera. A eso se le llama movimiento, amiga.
4. Para avivar melenas largas.
Cuando no deseas cortar el largo total de tu melena, pero ésta comienza a ser aburrida, no hay nada como optar por unas capas discretas, sin un escalonamiento demasiado excesivo (ya que la longitud del cabello permite hacer muchas y más juntas). Verás como vuelve a cobrar vida.
5. A lo setentero.
Con un semiflequillo abierto y con las puntas hacia fuera. Nunca, jamás falla y vuelve década tras década.