Si este 2016 no le diste el cuidado que se merece a tu piel, ¡no te preocupes! Tienes la oportunidad de revertir esta situación en el 2017 (y continuar por un tiempo indeterminado, claro).
Tal vez no tienes ni siquiera una noción de por dónde deberías empezar, pero eso no esa una excusa para no cuidar tu piel. Deja de lado la frase “no tengo tiempo” o la aún peor “estoy muy cansada” y recuerda que tu piel es todo lo que te protege del exterior y necesita ser cuidada al igual que el resto del cuerpo.
El agua será tu mejor aliada
Ya sea para beberla o para limpiar tu rostro, el agua siempre será muy beneficiosa para la salud de tu piel.
- Es importante que bebas al menos dos litros de agua para mantenerla hidratada y evitar la resequedad.
- También debes usarla para limpiar tu rostro, a fin de complementar la acción de las cremas de limpieza.
El sol es imposible de ignorar
Es hora de reconocer que el sol puede ser muy dañino para tu piel si no la proteges. Los rayos UV son cada vez más peligrosos y si te expones sin protección a horas inadecuadas, podrás sufrir consecuencias muy graves en tu piel: marcas, arrugas e, incluso, cáncer.
Así que si hasta el momento subestimabas el daño del sol, es hora de que tomes conciencia de su brutal gravedad.
Pásate al té
Si te niegas a abandonar el café, al menos asegúrate de incluir el té en tu lista de infusiones. Esta maravillosa bebida es excelente para mejorar el aspecto de la piel, especialmente el té verde que posee una sustancia que ayuda a prevenir la destrucción de colágeno, que nos mantiene libre de arrugas por más tiempo.
Identifica tu tipo de piel
Antes de adoptar una rutina de limpieza para tu rostro, es esencial que reconozcas qué tipo de piel tienes. Los productos para pieles grasas son muy diferentes a los que se recomiendan para pieles resecas y si no usas el que corresponde a tu piel no obtendrás los resultados que deseas.
Menos es más
A la hora de elegir una rutina de limpieza, nunca pierdas de vista que cuantos menos productos apliques a tu piel, más agradecida estará. El mínimo puede ser de 2 a 3 productos por limpieza y tal vez nunca más de 6, aunque las pieles son todas diferentes y pueden haber excepciones.
Observa sus reacciones
Hasta ahora lo único que hacías era quejarte de las imperfecciones de la piel, pero no habías buscado una solución. Ahora que te has dado cuenta de cuán importante es limpiarla, también debes observar cómo reacciona frente a determinados alimentos y productos. De esta manera, podrás evitar todo aquello que no contribuye con su salud.
Como ves, mantener tu piel cuidada y saludable no es tan difícil como parece. Tienes que dejar atrás la pereza y las excusas inútiles y proponerte cuidarla al igual que lo haces con tu cabello, ¡y listo!