La presidenta de la República, Dina Boluarte, participó en un evento con las madres de las ollas comunes, donde destacó el esfuerzo y la creatividad de las mujeres que lideran estas iniciativas en contextos de recursos limitados. Sin embargo, sus declaraciones generaron controversia por alejarse de las dificultades reales que enfrentan diariamente quienes gestionan estos espacios.
Durante su discurso, Boluarte afirmó que con 10 soles se puede preparar una sopa, un segundo plato e incluso un postre. “A veces, con 10 solcitos hacemos sopa, segundo y hasta postrecito. Así somos las mujeres, creativas y trabajadoras, pero también acompañadas por los compañeros que nos apoyan”, señaló el pasado viernes 22 de noviembre. Sin embargo, según la Encuesta Nacional de Percepción de Desigualdades (Enades) 2024, la canasta básica ha aumentado un 14% en los últimos dos años, evidenciando una realidad diferente para las familias más vulnerables.
Si bien algunas madres logran estirar los recursos para ofrecer estas comidas, garantizar la seguridad alimentaria sigue siendo un desafío en sectores de bajos ingresos. Según un informe conjunto de Oxfam y el Instituto de Estudios Peruanos (IEP), en 2024 se necesitan al menos S/744 al mes para cubrir las necesidades básicas de una persona.
Además, datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) revelan que el gasto promedio en alimentos consumidos en casa representa el 29,5% del presupuesto familiar, equivalente a S/256. Este es el principal gasto en los hogares, seguido por el alojamiento y servicios básicos, que alcanzan el 21,6%, con un promedio de S/187.
Crisis alimentaria en Perú: una problemática persistente
A principios de noviembre, el Índice Global del Hambre (IGH) 2024 confirmó que Perú atraviesa una crisis alimentaria severa. Con una puntuación de 19.6, igual a la del año anterior, el país registra el peor desempeño en los últimos 15 años. Este indicador, elaborado por organizaciones como Welt Hunger Hilfe, Helvetas Perú, Cesvi y Ayuda en Acción, posiciona al Perú en niveles alarmantes de inseguridad alimentaria.
El informe destaca que 23 departamentos presentan problemas de hambre en niveles “graves” o “moderados”. En detalle, 10 departamentos enfrentan un nivel de hambre grave, mientras que otros 13 se encuentran en situación moderada. Estos datos reflejan un panorama preocupante agravado por factores como la recesión económica de 2022, la crisis climática y las profundas desigualdades sociales.
El IGH evalúa el hambre en base a indicadores como la subalimentación, el retraso en el crecimiento infantil, la emaciación y la mortalidad infantil, ofreciendo una visión integral de la situación en el país.
La clave está en fortalecer las ollas comunes
Jessica Huamán, Coordinadora Nacional de la Plataforma Nacional por la Seguridad Alimentaria, resaltó la importancia del papel de las mujeres en las ollas comunes y comedores populares, especialmente durante la pandemia. “La mujer ha sido clave para mantener estas iniciativas a flote, a pesar de estar en una situación de mayor vulnerabilidad nutricional debido a sus necesidades específicas”, comentó.
Huamán enfatizó que si no se garantiza una nutrición adecuada para las mujeres, especialmente durante el embarazo o la lactancia, esto puede afectar la salud de sus hijos a largo plazo. Además de crear programas sociales, subrayó la importancia de incluir a las mujeres y proporcionarles herramientas para enfrentar estos desafíos.
Esta situación exige una mayor intervención de los gobiernos locales y políticas públicas que permitan combatir la inseguridad alimentaria, mejorar las condiciones de vida y asegurar que las ollas comunes puedan seguir cumpliendo su rol fundamental en las comunidades más vulnerables.