El Consejo de la Prensa Peruana emitió un comunicado en el que rechaza enérgicamente el uso del término “terrorismo de imagen”, una expresión utilizada recientemente por la presidenta Dina Boluarte en uno de sus discursos oficiales. La mandataria empleó esta frase para describir lo que considera como la difusión de «noticias falsas» por parte de los medios de comunicación, en un aparente intento de desacreditar las críticas hacia su gobierno. Según el comunicado, el Consejo de la Prensa considera que estas declaraciones no solo buscan desprestigiar el trabajo de los periodistas, sino que también constituyen un grave ataque a la libertad de expresión.

En el comunicado, el Consejo subraya su preocupación por el hecho de que otros funcionarios y políticos hayan defendido la polémica frase de la presidenta. Uno de ellos es el congresista Waldemar Cerrón, hermano del prófugo Vladimir Cerrón, quien ha sido objeto de varias investigaciones periodísticas que han revelado casos de corrupción en su contra. Waldemar Cerrón, en apoyo a la postura de la presidenta, afirmó que en el país existe un “terrorismo de prensa”, una declaración que refuerza la narrativa de Boluarte. Asimismo, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, se unió a este discurso al señalar que no se puede ignorar la difusión de «noticias falsas», las cuales, según él, no solo ofenden, sino que también tienen como objetivo generar caos y desestabilizar al país.

El Consejo de la Prensa criticó duramente estas declaraciones, subrayando que las acusaciones de «terrorismo de imagen» o «terrorismo de prensa» representan una amenaza directa a uno de los pilares más importantes de una sociedad democrática: la libertad de expresión. Este tipo de discursos, afirma la organización, no solo afecta a los periodistas, sino también a cualquier ciudadano que desee expresar su opinión. Al clasificar las críticas o las informaciones como una forma de terrorismo, se estaría sugiriendo que opinar libremente constituye un delito, algo que dinamitaría el derecho fundamental a la libertad de expresión.

El comunicado también recordó que la presidenta Boluarte ha optado por evitar el diálogo directo con los medios de comunicación, ya que no ha ofrecido declaraciones a la prensa en más de tres meses, concretamente desde hace 92 días. En su lugar, Boluarte ha utilizado eventos públicos y ceremonias oficiales para abordar temas de coyuntura y lanzar ataques contra sus detractores, en lugar de responder a las interrogantes de los periodistas.

Un ejemplo reciente de este comportamiento ocurrió durante la ceremonia en la plaza Grau del Callao, que conmemoraba el 145° aniversario del Combate de Angamos. En este evento, la presidenta dedicó parte de su discurso a destacar los logros económicos de su gobierno y a reafirmar su compromiso de luchar contra la criminalidad. No obstante, una vez más, Boluarte aprovechó la ocasión para enfrentarse a sus críticos, acuñando la controvertida expresión “terrorismo de imagen” para referirse a las supuestas noticias falsas que, según ella, están siendo difundidas con el objetivo de perjudicar su administración.

El Consejo de la Prensa hizo un llamado a la presidenta Boluarte y a otros funcionarios para que cesen en sus intentos de desacreditar el trabajo periodístico, advirtiendo que estos ataques podrían tener consecuencias graves para la democracia peruana. El uso de términos como «terrorismo» en este contexto, según la organización, no solo trivializa el verdadero significado de la palabra, sino que también busca intimidar y silenciar a quienes se atreven a criticar al gobierno o a revelar información que no es favorable para los intereses de aquellos en el poder.

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