Aunque los efectos naturales de la edad parecen imparables, la realidad es que hay cuidados básicos que pueden ayudar a contrarrestar el paso de los años. La hidratación de la piel es uno de ellos y aquí te explicamos cómo lograrlo.
A partir de los 40 años, nuestro cuerpo comienza un proceso de deshidratación causado principalmente por efectos hormonales. La disminución o falta de estrógenos, grasas, fibroblastos, elastinas y colágeno tiene un impacto directo en nuestra piel, que comienza a parecer “sedienta”.
Si además hay que sumarle ciertos descuidos como el sedentarismo, el sol y el alcohol en exceso, la ausencia de una rutina de limpieza efectiva, entre otros malos hábitos, lo que tenemos es un cóctel para tener una piel seca y apagada.
La buena noticia es que aún estamos a tiempo para hacer las correcciones necesarias y aplicar algunos consejos de hidratación para pieles maduras.
¿Tienes 40? ¡Debes hidratar tu piel!
Tanto si ya llegaste o si estás por llegar a los 40, es importante que tomes las medidas necesarias para preparar tu cuerpo para los cambios que vienen. Si has llevado una vida saludable simplemente debes mantener el ritmo. Pero, ¿qué pasa cuando no hemos dedicado suficientes atenciones al cuidado de nuestra piel?
En primer lugar, la hidratación para la piel madura comienza desde adentro y con lo más elemental: agua. Bebe la cantidad necesaria de agua (un vaso de 250 centilitros por cada 10 kilogramos de peso, como mínimo) y asegúrate de tener una dieta y alimentación saludable y rica en antioxidantes, vitaminas y oligoelementos. Debes conocer qué alimentos mejoran el estado de tu piel así como cuál es el tipo de alimentación ideal según tu tipo de piel.
Pero la hidratación no es solo interna, se necesitan rutinas de cuidado externas y la exfoliación es nuestra mejor aliada.
Cuando exfoliamos, retiramos las células muertas de la piel y la preparamos para recibir los ingredientes activos de nuestra crema hidratante, que nos ayudará a restaurar el agua y los nutrientes perdidos.
Para una exfoliación efectiva puedes usar un cepillo diseñado para estos casos, dos veces a la semana y en seco, incidiendo en rodillas, tobillos y codos que son zonas que vemos menos o que cuidamos peor, pero que son unos grandes delatores de nuestra edad.
Para la piel del rostro, el cuello y el escote, recomiendo usar peelings enzimáticos o mecánicos con menor poder de erosión para no dañar nuestra epidermis.
Si tienes la piel muy seca, deberás hacerlo solo una vez al mes, y tres veces por mes si tienes la piel grasa.
Rutina de hidratación para la piel madura
Ahora sí, con una piel exfoliada estás lista para una buena limpieza e hidratación.
Si ya estás en los 40 (o casi llegas), lo ideal es que tengas una rutina al levantarte y antes de acostarte. En la mañana necesitarás limpiar tu piel de las toxinas acumuladas durante la noche e hidratarla para afrontar el día con un aspecto más luminoso. Te recomiendo que elijas hidratantes con liposomas, que son componentes que ayudan a transportar los ingredientes activos de manera más eficiente.
En la noche deberás hidratar, tonificar y nutrir tu piel para que pueda auto repararse mientras descansas. Recuerda limpiarla muy bien antes de la rutina nocturna, especialmente si te maquillas.
Con estos consejos para mantener la piel hidratada ya estás haciendo mucho por la salud y apariencia de tu piel.
La rutina de hidratación de la piel en mujeres maduras es muy importante, porque ayuda a contrarrestar los efectos propios de la edad (y de los descuidos de la juventud).
Si además lo complementas con tratamientos estéticos como el láser o los cócteles de vitaminas, el resultado será mucho mejor. Consulta con un especialista para que te recomiende las técnicas que sean más adecuadas para ti.