La presidenta del Perú, Dina Boluarte, afirmó recientemente que ciertos «grupos anarquistas» están utilizando la actual crisis de seguridad como pretexto para pedir su renuncia. No obstante, Boluarte dejó en claro que no abandonará su cargo y continuará con su mandato hasta el año 2026, asegurando que su gestión seguirá centrada en lograr avances significativos para el país.

Durante una ceremonia oficial para la entrega de resoluciones de nombramiento al personal asistencial del Ministerio de Salud, la presidenta se pronunció con firmeza, manifestando su compromiso con la nación. «No voy a renunciar y aquí nos quedamos hasta el 2026 para seguir consiguiendo más logros para el Perú, para todos los compatriotas», declaró. Esta afirmación busca acallar las voces de aquellos que exigen su dimisión en medio de un clima de creciente inseguridad y malestar social.

Boluarte también respondió a las críticas que su gobierno ha recibido en torno al aumento de la delincuencia y la sensación de inseguridad en las calles del país. Según la mandataria, su administración está haciendo grandes esfuerzos para capturar a los delincuentes, pero insinuó que es el sistema judicial el que falla al liberar a los criminales después de su detención. Al respecto, la presidenta cuestionó el accionar del Poder Judicial y el Ministerio Público, sugiriendo que estas instituciones no están cumpliendo adecuadamente con su responsabilidad en la lucha contra el crimen.

«Nosotros capturamos, pero ellos los sueltan», señaló Boluarte, refiriéndose al trabajo de las fuerzas policiales en contraste con las decisiones del sistema judicial. «¿A quién hay que reclamarle la seguridad ciudadana? ¿A los que capturan o a los que sueltan?», cuestionó, dejando en claro que su gobierno está cumpliendo con su parte en la lucha contra el crimen, pero que otros actores del sistema deben asumir también su responsabilidad.

Durante su intervención, Boluarte extendió sus condolencias a las familias del suboficial Renzo López Reyes y del profesor Julio Pacheco Pimentel, ambos víctimas recientes de la violencia que azota el país. López Reyes, miembro de la Policía Nacional del Perú, fue asesinado en un acto criminal que ha conmocionado a la opinión pública, mientras que Pacheco Pimentel, un educador, también perdió la vida en circunstancias trágicas, generando un llamado urgente a mejorar las condiciones de seguridad en el país.

La mandataria también hizo hincapié en los esfuerzos de las fuerzas del orden, señalando que miles de agentes policiales están diariamente en las calles protegiendo a la ciudadanía. Sin embargo, criticó el hecho de que, tras detener a los delincuentes, estos son liberados rápidamente por el sistema judicial, lo que, en su opinión, contribuye a la reincidencia y empodera aún más a los criminales. «Ponemos a disposición de las autoridades del Ministerio Público y del Poder Judicial a estos delincuentes, pero el mismo día o al día siguiente los vuelven a soltar, y salen más empoderados», lamentó la presidenta, subrayando la frustración que siente su gobierno ante la falta de resultados en la lucha contra el crimen.

Boluarte cerró su intervención reafirmando su compromiso con la seguridad ciudadana y reiterando que no cederá ante las presiones de quienes buscan su salida del cargo. Su mensaje fue claro: su administración continuará trabajando por el bienestar del país hasta el fin de su mandato en 2026, con la promesa de seguir avanzando a pesar de los desafíos actuales.

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