A pesar del estado de emergencia vigente en varios distritos de Lima Norte, las extorsiones no cesan, y la situación es particularmente grave en la zona de Torreblanca, ubicada en el distrito de Carabayllo. Recientemente, una empresa de transporte público decidió suspender completamente sus operaciones tras recibir amenazas de un grupo de extorsionadores que se identifican como Los Injertos del Cono Norte.
Según testimonios y pruebas, estos delincuentes enviaron un video intimidatorio en el que, portando armas de fuego, exigían un pago mensual de 6,000 soles para permitir que la empresa funcione con normalidad. De lo contrario, advirtieron que tomarían represalias violentas contra los directivos y el personal de la empresa, incluidos conductores y cobradores. Frente a este peligro, ocho de los cien buses que cubren la ruta entre Carabayllo y Magdalena han dejado de circular, afectando la movilidad de numerosos pasajeros que dependían de este servicio para sus desplazamientos diarios.
La decisión de paralizar el servicio ha tenido un fuerte impacto en la vida cotidiana de los usuarios, quienes ahora se ven obligados a buscar alternativas de transporte, como taxis, lo que ha encarecido los traslados. Además, esta situación afecta de manera especial a personas que requieren desplazarse hacia hospitales u otros servicios esenciales, generando inconvenientes adicionales.
Presencia policial insuficiente y aumento del temor
A pesar de que se ha dispuesto la presencia de efectivos policiales en las instalaciones de la empresa de transporte para ofrecer seguridad, el miedo entre los trabajadores persiste. Muchos de ellos prefieren no exponerse al riesgo y han optado por no asistir a trabajar, lo que ha contribuido a la interrupción del servicio en esta importante ruta.
Estado de emergencia en Carabayllo y paro de transportistas
La situación en Carabayllo refleja la creciente crisis de inseguridad que ha llevado al gobierno a declarar el estado de emergencia en catorce distritos de Lima Metropolitana, con el objetivo de combatir la ola de criminalidad. La situación también coincide con un paro de transportistas, previsto para los días 13, 14 y 15 de noviembre, en protesta por el aumento de extorsiones y la falta de medidas efectivas para proteger al sector.
Con estas acciones, los transportistas buscan hacer un llamado de atención a las autoridades, enfatizando la urgencia de implementar medidas efectivas que garanticen su seguridad y la de sus pasajeros.