Lupita Torrentera, destacada actriz y bailarina de la Época de Oro del cine mexicano, falleció este viernes 25 de abril a los 93 años, según confirmó su hija, Lupita Infante, a través de redes sociales. Torrentera es recordada no solo por su trayectoria artística, sino también por su vínculo sentimental con el ícono de la música y el cine mexicano, Pedro Infante, con quien tuvo tres hijos: Graciela, Pedro y Guadalupe Infante Torrentera.
Nacida el 2 de noviembre de 1931 en el barrio de Tacubaya, Ciudad de México, Lupita Torrentera inició su carrera cinematográfica a temprana edad, debutando a los 11 años en la película «Historia de un gran amor» (1942). Posteriormente, participó en cintas emblemáticas como «Los miserables» (1943) y «La vida inútil de Pito Pérez» (1944), consolidándose como una figura importante dentro de la industria cinematográfica mexicana.
Su historia de amor con Pedro Infante comenzó cuando ella tenía apenas 14 años y él 28, en una época en la que la joven artista desconocía que el cantante ya estaba casado con María Luisa León. Pese a las advertencias de su familia, Lupita y Pedro vivieron una intensa relación que se prolongó durante aproximadamente seis años. De esa unión nacieron tres hijos: Graciela, quien falleció a temprana edad; Pedro Infante Jr., quien siguió los pasos de su padre en el mundo artístico hasta su trágica muerte en 2009; y Guadalupe Infante, también vinculada al medio artístico.
Tras su separación de Pedro Infante, Lupita Torrentera contrajo matrimonio con el locutor León Michel, con quien tuvo otros tres hijos. Su matrimonio duró 19 años antes de culminar en divorcio. En sus últimos años, Torrentera se mantuvo alejada del medio artístico, aunque participó ocasionalmente en homenajes en memoria de Pedro Infante.
Su hija, Lupita Infante, informó que se le rendirá un homenaje este viernes 25 de abril en Casa Pedregal a partir del mediodía, y que sus restos serán cremados el sábado 26 de abril a las 10:00 horas.
La partida de Lupita Torrentera marca el cierre de un capítulo entrañable del cine mexicano, dejando un legado imborrable tanto en la pantalla grande como en el corazón de quienes crecieron admirando su talento y carisma.
