Cuando llega el calor y toca ponerte sandalias, ¿te da vergüenza? No te preocupes. Sigue los consejos que te damos a continuación y problema resuelto.
Es un hecho. Después de meses desterrados, en verano dejamos que nuestro pies vean la luz del sol y, por supuesto, éstos no están en su mejor momento. Por ello, aquí tienes unos cuantos trucos para que no te den miedo las sandalias y puedas lucir tus pies más bonitos posibles:
¡EN REMOJO!
Es importante que antes de empezar la pedicura, pongas en remojo los pies. Llena un recipiente con agua templada e introduce los pies durante, al menos, 10 minutos. De esta forma, conseguiremos que la zona se ablande y eliminaremos más fácilmente las callosidad o posibles durezas. Si quieres un plus de relajación, añade unas gotitas de aceites esencial en el agua.
LIMAR
La piel de la zona de los pies es más gruesa que en cualquier otra parte del cuerpo, sobre todo en los talones. Es en esta zona pues en la que se crearán durezas. Por ello, coge una lima especial y frótela por toda la planta, incidiendo en los talones. Si no tienes durezas importantes, con un buen peeling bastará para eliminar aquella piel muerta.
CUIDADO CON LAS CUTÍCULAS
No cortes las cutículas con tijera para no hacerte más daño. Mejor deja que se ablanden con un gel específico quita cutículas y a continuación, ayudada de un palito de naranja las retires.
CORTAR O LIMAR, ESA ES LA CUESTIÓN
Llega el momento de cortar las uñas. Más que con unas tijeras, te recomendamos hacerlo con un cortaúñas. Mejor no las cortes muy a ras ni de forma redondeada para evitar así el dolor de las uñas encarnadas. Para darles forma y acabar de dar con la medida deseada utiliza una lima.
HIDRATACIÓN
Como te hemos comentado, la piel de los pies es más gruesa que la del resto de partes del cuerpo, por ello, necesita una crema hidratante más específica que cubra sus necesidades. Para una hidratación más profunda, aplícate una buena capa de crema y ponte encima unos calcetines. Déjala actuar y cuando te quites los calcetines tus pies estarán de lo más suaves e hidratados.
PRIMERO, LA BASE
Antes de dar color a las uñas te recomendamos aplicar una base. Este tipo de tratamiento crea una película para proteger la uña frente a las agresiones del esmalte. Úsala y alargarás la vida del esmalte, además de evitar que acabe amarilleando la uña.
¡ESMALTE A TODO COLOR!
Antes de empezar, intenta evitar manchas y arañazos y utiliza un separador de dedos de foam que te permitirá trabajar más cómodamente. Comienza colocando la brocha en el centro de la uña, bien pegada a la base, y ve moviéndola primero hacia un extremo y luego hacia el otro. Pinta todos los dedos y seguidamente da una segunda capa de producto. Por último, si quieres aportar un poco de brillo, termina con un brillo o Top Coat, que hará que tu esmalte dure más.