El rostro es nuestra carta de presentación, y el secreto para que la complexión destaque no estriba en tener proporciones perfectas o usar mucho maquillaje, todo lo contrario, se debe buscar nutrir, proteger y balancear la piel para que luzca radiante, juvenil y sana y esto se consigue con las mascarillas caseras para el rostro, que te darán la oportunidad de renovar tu cara.
No es necesario invertir una pequeña fortuna para hacer que el cutis sea sano, pues puedes aprovechar las mascarillas diversas que existen, como las mascarillas para el cabello, para la cara, para el acné
, entre otras mascarillas para la cara que puedes aprovechar en pro de tu belleza y la salud de la piel de tu rostro. Los mejores ingredientes están guardados en tu alacena. Descúbrelos con estas recetas para mascarillas caseras.
¿Cómo saber qué mascarilla casera necesitas?
Primero lava tu cara con un jabón suave. Puedes utilizar jabón de glicerina o algún limpiador en espuma especialmente formulado para la piel de tu rostro. Elimina cualquier resto de maquillaje. Seca con suavidad, sin frotar ni hacer presión, utilizando un paño suave y espera una hora.
No toques tu cara. Luego de esto, párate frente a un espejo con buena iluminación. Toma un pañuelo de papel y presiona suavemente sobre tu cutis. Siente tu rostro. Si sientes la piel suave, sin molestias ni nada, y al pasar el pañuelo de papel se ve limpio y seco; es probable que tengas piel normal.
Si sientes la piel tirante, observas zonas descamadas y enrojecidas y el pañuelo de papel está limpio, tienes piel seca. Pero si por lo contrario, el papel se ve aceitoso al pasarlo por tu cara y tienes propensión al acné, tienes piel grasa.
En caso de que sientas el rostro seco o normal en algunas secciones, pero al pasar el pañuelo de papel por la nariz, barbilla y frente se llena de grasa, tienes la piel mixta. Este tipo de piel suele tener propensión al acné hormonal.
También debes tener presente los problemas que deseas atacar con estas mascarillas: puntos negros, espinillas, acné quístico, enrojecimientos, entre otros. Asimismo, si has tenido reacciones alérgicas a algunos cosméticos, sin importar si han sido bases, sombras, labiales, jabones o limpiadores; esto puede indicar alergia a algún componente en particular y debes tener cuidado con lo que colocas sobre tu piel. Recuerda que tu rostro es aún más delicado.
Antes de aplicar cualquier mascarilla casera
Apenas escojas la receta de la mascarilla para el rostro que se ajuste a tus necesidades, es importante que hagas una prueba antes de aplicarla sobre tu cara. El punto donde aplicarás una pequeña cantidad dependerá de lo que deseas saber. En caso de que no estés segura de si alguna mascarilla casera te sentará bien, prueba primero en el brazo. Luego de esto, podrás pasar a otras zonas más cercanas a tu cara.
Si quieres saber si eres alérgica, aplícala detrás de la oreja. Si deseas probar si irritará tu piel, prueba en un pequeño punto sobre la zona que consideres sensible. En caso de que quieras conocer si un ingrediente tapará tus poros o empeorará tu acné, prueba una cantidad mínima en la zona donde sueles tener brotes. En todos los casos, espera varias horas para asegurarte que no correrás ningún riesgo. No está de más recordarte que si eres alérgica a algún alimento, no debes usarlo como ingrediente para tu mascarilla natural.
Lo que debes evitar al hacer mascarillas caseras
Si bien es cierto que podríamos hacer “mascarillas caseras” con casi cualquier ingrediente que dispongas en tu alacena, debes conocer que muchos ingredientes, aunque sean completamente naturales, pueden dañar tu piel y debes evitarlos a toda costa. Por ejemplo, hay quienes juran sobre la eficacia del bicarbonato de soda para limpiar o exfoliar el cutis y el vinagre para tonificar; pero esto es contraproducente y peligroso, como lo demuestran varios estudios.
El bicarbonato tiene un PH de 9, por lo que resulta excesivamente alcalino para la piel que tiene un PH de 4.5 a 5. Por otra parte, el vinagre blanco tiene un PH de 2.4 a 3.4, lo que lo hace muy ácido. El resultado de usar estos ingredientes es resecar, eliminar la flora bacteriana benéfica que vive sobre la piel y además te arriesga a sufrir una quemadura química que puede dejarte con cicatrices.
El vinagre de sidra de manzana y el jugo de limón deben emplearse sobre pieles que no sean sensibles y no tengan heridas. Si bien es cierto que el PH de vinagre de manzana es más o menos similar al de la piel (4,5), en estos casos puede irritar la piel. El limón también aparece con frecuencia, pero su PH es muy ácido (2,4 a 2,6) y puede causar manchas en el rostro si te expones al sol.
Las mascarillas caseras deben responder directamente a tus necesidades y tipo de piel. En todos los casos, es importante hidratar, nutrir y tonificar; pero la intensidad de estas acciones dependerá del tipo de piel. Aunque tengas la piel grasa, necesitas hidratar, pues es posible tener acné y un rostro brillante pero aún así puede estar deshidratada.
Las mejores mascarillas caseras
Asimismo, puedes tener brotes de acné a pesar de tener piel seca. Esto suele ocurrir cuando usas productos o mascarillas que eliminan de forma agresiva la barrera de humedad de la piel, o cuando tienen agentes oclusivos (es decir, que tapan tus poros) que permiten que se acumule la grasa y hacen que se llenen de sebo los poros, produciendo espinillas. La buena noticia es que la mayoría de las mascarillas caseras, a diferencia de muchos productos químicos, suelen ser suaves y delicadas con tu cutis.
Mascarillas más usadas para la piel seca
Para las pieles secas y escamosas, la mejor opción son los ingredientes que contiene aceites naturales, o los mismos aceites de semillas y aceites esenciales. También otras opciones son la manteca karité y la glicerina. A continuación te invitamos a probar las siguientes preparaciones de mascarillas faciales.
1. Mascarilla de bananas, glicerina y miel
Toma una banana más bien madura y machácala con ayuda de un tenedor. Incorpora lentamente dos cucharaditas de miel de abejas natural y dos cucharadas de glicerina líquida (puedes conseguirla en farmacias y tiendas de repostería). Coloca sobre el rostro, déjala actuar durante 20 minutos y lava con agua fría.
2. Mascarilla de aguacate y aceite de almendras
Utiliza medio aguacate maduro, tritúralo con un tenedor y agrega dos cucharaditas de aceite de almendras. Puedes sustituir el aceite de almendras por aceite mineral (aceite de bebé), pues es un excelente hidrantante no oclusivo. Aplícala por todo el “rostro” y déjala durante 20 minutos. Retira con agua tibia.
3. Mascarilla de aceite de coco y oliva
Mezcla dos cucharadas de aceite de coco extra virgen con una cucharada de aceite de oliva. Esparce sobre el rostro y deja reposar por 20 minutos. Retira con agua tibia. Esta mascarilla hidrata y limpia suavemente los poros.
Mascarillas para todo tipo de piel
La ventaja de estos ingredientes es que se pueden aplicar en forma de máscara en cualquier tipo de piel y los resultados son verdaderamente favorables. Iluminan el rostro, eliminan impurezas y dejan la piel hidratada.
4. Mascarilla de papaya
Corta una rebanada de papaya (lechoza, fruta bomba), remueve las semillas y la pulpa. Frota delicadamente la piel de la papaya sobre tu rostro, enfocándote en las líneas alrededor de los ojos y la boca. Deja secar durante 20 minutos y enjuaga con agua templada. Las enzimas de esta fruta ayuda a reparar el daño hecho por el sol, hidrata las líneas de expresión disminuyéndolas y hará que tu cutis luzca radiante.
5. Mascarilla de Aloe vera
Mezcla media cucharadita de leche de almendras con una cucharadita de azúcar morena hasta que el azúcar se disuelva un poco. Agrega cuatro cucharadas (aproximadamente) de jugo o gel de aloe vera, de ser posible recién cortada de la planta.
Esparce sobre tu cara, déjala actuar durante 15 a 20 minutos y retírala con agua templada y una toalla suave. Las propiedades antisépticas, antinflamatorias y humectantes del aloe proporcionaran brillo, suavidad y resplandor a tu piel.
6. Mascarilla de miel y vinagre de manzana
Mezcla dos cucharadas de miel con un cuarto de cucharadita de vinagre de sidra de manzana. Colócala sobre la piel y deja durante 20 minutos. Retira con agua tibia y luego enjuaga con agua fría. Sanará, hidratás y balanceará el PH de tu piel.
Mascarillas para piel grasa
La piel grasa es considerada como una piel muy difícil de tratar. Debido a que el aceite a menudo enmascara la piel seca debajo, sin embargo, el uso de estos ingredientes naturales de las máscaras caseras es posible tratar la pie grasa. Para una piel suave, saludable y sin brillo, prueba las siguientes opciones:
7. Mascarilla de yogur y vinagre de sidra de manzana
Combina dos cucharadas de yogur natural, sin azúcar ni frutas, con un cuarto de cucharadita de vinagre de sidra de manzana (no se puede cambiar por vinagre blanco o de vino). Aplica sobre la cara y deja actuar por 20 o 30 minutos. Lava con agua tibia y termina con un enjuague de agua fría.
8. Mascarilla de sandía
Toma una rebanada de sandía, retira la pulpa y semillas. Sólo debe quedarte la parte blanca adherida a la piel. Presiona la piel sobre la piel de tu rostro y déjala secar durante 20 minutos. Retira con agua fría. La sandía funciona como un tónico natural.
Las mejores mascarillas para pieles cansadas
Si tienes la piel maltratada, con lineas de expresión marcadas, o han quedado marcas de acné, puedes comenzar a nutrir la piel con estos ingredientes naturales presentes en las mascarillas para el rostro, que harán una gran diferencia. también otra opción es la implementación en la dieta de colágeno hidrolizado, que le devuelve elasticidad a la piel y mejora la salud en general.
9. Mascarilla de avena
A media taza de agua caliente (no hirviendo) agrega 1/3 de taza de avena en hojuelas. Deja reposar y luego adiciona dos cucharadas de yogur natural sin azúcar, dos cucharadas de miel y una clara de huevo. Mezcla y esparce sobre tu cara una capa delgada. Déjala durante 15 minutos y enjuaga con agua fría.
10. Mascarilla revitalizante de yogur
Mezcla una cucharada de yogur griego con media cucharadita de jugo de naranja natural y una cucharada de pulpa o gel de aloe vera. Deja la mixtura sobre tu cara durante 20 minutos y enjuaga con agua tibia.
11. Mascarilla de te: prepara una infusión de te verde o de camomila, coloca dentro dos rebanadas de pepino y déjala enfriar. Limpia tu rostro como acostumbres y luego humedece varias motas de algodón en la mezcla. Coloca las motas húmedas sobre el rostro, incluyendo los párpados, y déjalas durante 15 minutos. Esta mascarilla tonifica y desinflama.
Mascarillas para limpiar los poros y eliminar puntos negros:
Si tienes el rostro con espinillas y puntos negros, usar mascarillas para la cara es una opción muy acertada.
12. Mascarilla de aceites naturales
aunque parezca paradójico, es posible limpiar profundamente la piel y eliminar los puntos negros utilizando aceites naturales. El aceite disuelve el sebo solidificado y atrapado en los poros de la piel, que luego podrás retirar con facilidad.
Para hacer esta mascarilla, primero debes humedecer tu piel con agua tibia y luego aplica directamente aceite mineral (aceite de bebé, si no eres alérgica a las fragancias). Puedes mezclar con aceite de almendras o jojoba para piel seca, o aceite de cáñamo para pieles grasas. Deja reposar cinco minutos y luego masajea durante dos o tres minutos. Retira con una toalla húmeda en agua tibia.
Las mascarillas para exfoliar el rostro:
Con estos ingredientes lograrás una mezcla ideal para comenzar a exfoliar tu cara y eliminar los restos de células muertas, dejando la piel más oxigenada.
14. Mascarilla de aspirinas
El ácido acetilsalicílico (aspirina) es un excelente exfoliante para la piel, pero debes evitarla si eres alérgica a esta medicina. Tritura una aspirina infantil y mezcla con tres cucharadas de miel. Esparce sobre el rostro y déjala reposar 7 minutos. Retira con agua tibia y un paño suave, haciendo masajes circulares. Enjuaga con agua fría.
15. Mascarilla de fresas
Mucho más suave que la mascarilla anterior, las fresas son fuente natural de ácido salicílico. Tritura tres fresas medianas y mezcla con una cucharadita de yogur natural. Coloca sobre el rostro, deja reposar de 15 a 20 minutos y retira con agua tibia y una toalla suave.