Con profunda emoción, alegría y gratitud, la familia Succar compartió públicamente el inolvidable momento en el que recibieron físicamente los premios Grammy que ganaron en la edición 67 de esta importante gala musical. Mimy, Tony y Kenyi Succar, figuras claves de este logro histórico, abrieron las cajas que contenían las estatuillas doradas, en un ambiente íntimo pero cargado de simbolismo, orgullo familiar y amor por el Perú.

Este reconocimiento no es menor: por primera vez en la historia, artistas peruanos son galardonados con el premio más prestigioso de la industria musical global. La distinción fue otorgada por el álbum “Mimy & Tony: Alma, Corazón y Salsa”, una producción que ha tocado los corazones de miles de personas alrededor del mundo y que representa no solo una propuesta musical poderosa, sino también una historia de unión, legado y perseverancia.

Durante este emotivo momento, Mimy Succar, madre de Tony y una de las protagonistas del proyecto, no pudo contener las lágrimas al recordar su recorrido artístico. Entre recuerdos y emociones, mencionó a su esposo, el recordado Don Antonio Succar, quien durante años tocó puertas de disqueras buscando una oportunidad para que ella pudiera grabar un disco. A pesar de las negativas, nunca dejó de creer en su talento. Hoy, ese sueño se ha vuelto realidad, incluso después de que Mimy se hubiera retirado formalmente de los escenarios. En su discurso, Mimy dedicó este reconocimiento a su padre, Don Guillermo, quien recientemente cumplió 100 años, y a todo el pueblo peruano que siempre los ha apoyado.

Por su parte, Kenyi Succar, hijo menor de Mimy y coproductor del álbum ganador, se mostró profundamente conmovido y agradecido. Subrayó que este logro es el resultado de muchos años de esfuerzo, constancia y sobre todo del fuerte lazo que une a su familia. “Este Grammy es el reflejo de lo que se puede lograr cuando se trabaja con pasión, cuando se cree en los sueños y cuando la familia permanece unida en los momentos difíciles y en los de triunfo”, expresó Kenyi con orgullo.

El conocido productor y músico Tony Succar, ampliamente reconocido por su trabajo internacional en la música latina, fue quien lideró el proyecto. En su mensaje ante cámaras y a través de sus redes sociales, Tony manifestó su inmensa gratitud hacia todos los que hicieron posible este logro. Agradeció a Dios por guiar su camino, a su madre por ser el corazón del álbum, a su hermano Kenyi por su talento inigualable, y a su padre por siempre haber creído en ellos. También mencionó a su esposa Lauren y a su hija Emma, quienes lo han acompañado durante todo este viaje artístico.

Tony no olvidó a sus colaboradores clave, como Marc Quiñones, co-productor del álbum, cuya entrega fue esencial para alcanzar este nivel de calidad. Además, destacó la participación de Sheila E., con quien colaboraron en el tema “Bemba Colorá”, una interpretación que les valió uno de los Grammy, y agradeció a Gloria Estefan por ser una fuente constante de inspiración y apoyo.

“Este logro es tan nuestro como de todos los que han estado a nuestro lado. A cada persona que trabajó en el disco, a nuestros colegas músicos, al equipo técnico, a quienes nos escuchan, nos siguen, nos impulsan… ¡Gracias! Representar al Perú en los Grammy y convertirnos en los primeros peruanos en traer a casa esta estatuilla es un honor inmenso”, afirmó Tony. Y añadió un mensaje lleno de esperanza: “Si algo quiero que se lleven de todo esto, es que los sueños se cumplen. No importa cuán lejanos o imposibles parezcan. Con paciencia, pasión, integridad y mucho amor… todo es posible”.

La celebración de los Succar no solo marca un hito personal y familiar, sino también uno nacional. Este logro demuestra que el talento peruano tiene un lugar en la élite musical del mundo. Es una inspiración para miles de artistas que sueñan con llevar su arte más allá de las fronteras, y una muestra clara de que la música puede ser un puente entre generaciones, culturas y corazones.