El caso de Sheyla Cóndor sigue generando indignación y dolor en Perú, ya que se trata de un feminicidio que aún deja muchas preguntas sin responder. Un reciente video divulgado por el estudio legal Arbizu & Gamarra revela que el suboficial Darwin Condori, asesino confeso de la joven, estuvo presente en la comisaría de Santa Luzmila el 16 de noviembre de 2024. Este hallazgo contradice directamente la versión ofrecida por los agentes policiales de esa dependencia, quienes habían asegurado desconocer el paradero del feminicida en esa fecha.

Elsa Torres, madre de Sheyla, expresó nuevamente su desesperación e indignación al conocer estas reveladoras imágenes. «Los policías me dijeron que no lo conocían, que no sabían nada de él. Entonces, ¿cómo es posible que él haya ingresado a la comisaría? ¿Por qué tanta injusticia? Nadie me va a devolver a mi hija», declaró, entre lágrimas, la acongojada madre, quien exige respuestas claras y justicia para su hija.

El video muestra claramente a Darwin Condori entrando a la comisaría alrededor de la 1:00 p. m. de ese fatídico día. Horas más tarde, el cuerpo sin vida de Sheyla fue encontrado en el departamento del suboficial, ubicado en el distrito de Comas. Esta evidencia pone en tela de juicio la actuación de los efectivos policiales y evidencia una posible complicidad, encubrimiento o, al menos, negligencia en el manejo del caso.

El estudio legal Arbizu & Gamarra, encargado de difundir el material audiovisual, señaló que «hubo ocultamiento de información y negligencia» por parte de los agentes. Esta denuncia apunta a irregularidades que habrían obstaculizado las investigaciones en los primeros momentos, cuando la búsqueda de Sheyla aún podía haber tenido otro desenlace.

Tras la difusión del video y la creciente presión pública, el Ministerio del Interior emitió un comunicado indicando que la Oficina de Asuntos Internos ha tomado conocimiento del caso y que se procederá con acciones inmediatas contra los involucrados. Las autoridades han prometido una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades y sancionar a quienes hayan actuado en contra de la justicia o incumplido con sus deberes.

Mientras tanto, la familia de Sheyla Cóndor continúa exigiendo justicia y respuestas claras. Elsa Torres, con el corazón roto, pero llena de valentía, sigue alzando su voz para que el feminicidio de su hija no quede impune y para que este caso sirva como un llamado de atención a las autoridades frente a la crisis de violencia de género que afecta al país.

 

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