Con la llegada del invierno y la caída de las temperaturas, nuestra piel enfrenta uno de los momentos más agresivos del año. El frío, el viento y la baja humedad pueden provocar resequedad, enrojecimiento y pérdida de elasticidad, especialmente en el rostro. Por eso, dermatólogos y especialistas en belleza recomiendan un cambio clave en la rutina de cuidado: incorporar una crema hidratante con ceramidas y ácido hialurónico.
Este tipo de fórmulas no solo aportan una hidratación profunda, sino que también fortalecen la barrera natural de la piel, protegiéndola de los factores externos. Además, ayudan a mantener el brillo natural del rostro, que suele opacarse durante los meses fríos.
Otro tip importante es reducir el uso de exfoliantes agresivos y optar por una limpieza suave. También se recomienda usar protector solar todos los días, ya que la radiación UV sigue presente incluso con cielo nublado.
Este pequeño cambio en tu rutina puede marcar una gran diferencia y evitar problemas como resequedad extrema o envejecimiento prematuro. Recuerda: en invierno, tu piel también necesita cariño. ❄️💕